Ondean las banderas dando la
bienvenida al pueblo, se acercan las 4:25 de la tarde hora que no se sale de
nuestras memorias, hora que marco la
historia para siempre.
Cinco de Enero, se cumple un mes más de su
partida física rindieron honores aquí en
el Cuartel de la montaña, desde donde el comandante dirigió las operaciones
estratégicas de la rebelión del 4F de 1992 acompañado de valerosos hombres y
mujeres de diferentes rangos militares pero todos con el mismo grado de
compromiso patriótico, todos con las enormes ganas de salvar a la patria del
naufragio y de la “moribunda constitución”
como la denomino el mismo Chávez cuando jurando serle leal al pueblo y a
la patria, se formalizó como nuestro presidente con el mayor apoyo popular de
la historia política venezolana.
Nuestro comandante está sembrado
en nuestros corazones mientras quienes lo retractan están enterrados en vida
técnicamente desde que llegó la inédita Revolución Bolivariana concentrada en
ese gigante.
Mirando tus ojos podíamos ver a todo un continente
porque tu amor por los pueblos de América se reflejaba en ellos. Se comprometió y nos cumplió, se entregó y no nos fallo.
Nos sorprendió el tiempo, te acortaron tu tiempo comandante… siempre llega la justicia, ella no
falla, nadie se escapa, a nadie exonera…Colapsa el espíritu, la mente y el
cuerpo de quien practica la maldad y veremos caer a uno por uno los que
conspiraron, los que te traicionaron, los que te blasfemaron y aún hacen mofa de
tus hermosos legados.
En los extramuros del Cuartel, sintiendo la fuerte brisa recordamos aquel “por
ahora”, tu llamado a la calma, con valentía
gran hombre asumiste tus
responsabilidades y las de otros, te
echaste al hombro la campaña que nos
permitió una nueva victoria el 7- O,
no te amedrentaste ante la
enfermedad que te consumía físicamente
mas tu voluntad permaneció impoluta, crecías ante las dificultades.
Solo los grandes saben despedirse
como lo hiciste ese inolvidable 8 de Diciembre
del 2012. Al pasar del tiempo nos iremos preparando para tu ausencia física
porque todavía no la asimilamos.
Como duele que no estés en esos 20 años
que visualizas en el Libro Azul: “El Proyecto Nacional Simón Bolívar
propone la fijación de un horizonte de tiempo máximo de veinte años, a partir
del comienzo de las acciones transformadoras de la situación inicial, para que
los actores y las acciones se ubiquen en
el objetivo estratégico.”
El tiempo siempre presente en tu
angustia por profundizar, concretar, consolidar la revolución.
Irene
González/ Foto: Juan Arteaga
Radio
Rebelde 91.5 FM
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